Chelsea Hotel no. 3



Janis frunció el ceño
cuando vio mi cicatriz.

“¿Qué ocurre?”, pregunté.
“¿Es que ya no te gustan
los hombres con heridas?”

“No me gustan las historias
que se repiten”, respondió.

Y apoyó su espalda
en la ventana y miró
hacia otra parte.