Apenas hay coches


Empieza un nuevo día.
Luce un sol radiante,
cantan los pájaros en los árboles,
es martes y apenas hay coches,
resuena el estruendo feliz
de los niños en su recreo.
Voy a quedarme aquí,
en la cama, muy quieto,
con los ojos cerrados,
a esperar que termine.