Serán tus cosas enseres

Para Emilio, que sigue viviendo en su casa con Bruce.

Algún día alguien
que no te conoció
entrará en tu casa.

No sabrá quién fuiste,
ni habrá de importarle.
Ni si eras feliz en esta esquina,
viendo amanecer con tus gatas.

Lo que te era querido
(tus fotos y tus libros)
saldrá por la ventana.
Acabarán en la basura
tu ropa y tus recuerdos.
Habrá otros muebles,
cambiará –ni lo dudes–
el color de las paredes.
Sucederá al silencio
un estruendo atroz de
máquinas y martillos
y, tras eso, siempre 
una música infame.
Colocarán cortinas;
harán que la luz
escale por el aire
de forma distinta.

Y tú seguirás ahí,
donde preparabas café,
observándolo todo
sin poder 
hacer
nada.